El "chullo" o gorra con orejeras
típica de los Andes que se usa desde tiempos inmemoriales se ha convertido en el
complemento de moda que lucen este invierno los jóvenes limeños y en el
protagonista de las pasarelas de todo el mundo.
La última tendencia en el invierno austral surge a iniciativa de los modistos
más reputados del mundo, como el británico John Galliano, que ven en el "chullo"
un complemento original y además abrigado.
Originario de las zonas alto andinas de Perú y Bolivia, el "chullo" cuesta en
Lima entre 5 y 44 dólares, dependiendo de su calidad y diseño.
Y es que estos gorros pueden estar fabricados con finas y sofisticadas lanas
de alpaca o vicuña, en este último caso la fibra más cara del mundo; o bien ser
sintéticos, lo que rebaja considerablemente su precio.
Hasta poco hace tiempo, sólo lo compraban los turistas y los habitantes de
las cumbres para protegerse del frío; pero ahora es una prenda de mucho éxito
entre los jóvenes, comentaron a Efe los artesanos del mercado del distrito de
Miraflores, en Lima.
Para el historiador Luis Repetto, "el chullo se veía de forma despectiva
entre los costeños porque se asociaba a los campesinos pobres de los Andes, que
durante mucho tiempo han sido vistos con prejuicios por los pobladores de la
costa".
"En los años 70 la juventud usaba el chullo y el chuspi (faja de tejidos
prehispánicos) como parte de su vestimenta de protesta", lo que causó un gran
revuelo en la sociedad de la época, indicó Repetto a Efe.
"Luego el uso de las prendas andinas decayó y ahora ha renacido gracias a la
demanda de los jóvenes por regresar a sus raíces", agregó.
En su libro "Indumentaria tradicional andina", el fallecido escritor Arturo
Jiménez Borja aclaró que si bien el "chullo" lo usan los habitantes de los Andes
su origen está en el birrete español.
El "chullo" sería así una prenda mestiza a la que se le agregaron orejeras y
coloridos diseños incas y, por ser cada modelo único en su género, sirve para
identificar a los distintos grupos étnicos.
El cantante francés Manu Chao fue el primero en usar el chullo en sus
conciertos, aunque el primer diseñador en llevarlo a las pasarelas fue John
Galliano y Dior, que lo exhibió en su colección otoño-invierno a precios que
podían alcanzar hasta los 3.000 dólares.
Pero los consumidores de Londres, París y Madrid pueden encontrar la prenda a
precios más asequibles, a unos 9 euros en las tiendas étnicas que ofrecen
productos latinoamericanos.
Motivado por la ola que impuso Galliano en el mundo de la moda, Jay
Kay, el vocalista del grupo de rock "Jamiroquai" comenzó a usar el chullo en
sus actuaciones; mientras que en la presentación de la película "Misión
Imposible III" el actor Tom Cruise lució recientemente en México este
gorro durante la rueda de prensa.
Este "boom" ya ha comenzado a dar frutos y, según la Asociación de
Exportadores (ADEX) de Perú, en el primer semestre de este año las ventas han
aumentado en un 38 por ciento hasta los 64 mil dólares.
Los gorros andinos se exportan a 25 países y el principal comprador es México
(15,3 por ciento), seguido de Francia (13,9 por ciento), Italia (10,2 por
ciento), Chile (9,8 por ciento), Estados Unidos (9,2 por ciento) y Argentina
(8,3 por ciento).
Los diseñadores peruanos no se han quedado atrás y han recurrido a las
tejedoras de Ayacucho y Cuzco para rediseñar la prenda de moda, incorporándola
borlas de colores, sofisticadas trenzas de hilo o coquetos penachos.
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